Tuesday, November 01, 2005

Viewing Log: octubre

Estas son las películas que he visto durante octubre (no cuento repeticiones):

1. Nobody Knows (Koree-da Hirokazu): estupenda revisión de lo duro que es crecer en una sociedad donde el concepto "prójimo" parece no existir.

2. Red Eye (Wes Craven): Peliculeta hecha para matar el tiempo. La película se ajusta al funcionalismo del género con inocencia, y con Rachel Griffiths, heredera directa de la escuela de interpretación Julia Roberts, es decir, "smile 'til the shot is over".

3. ¿Dónde está la casa de mi amigo? (Abbas Kiarostami): grandiosa película del director iraní sobre el mundo cotidiano de un niño del Irán rural, que tiene que enfrentar sus propias obligaciones y sentido moral frente a un vertical mundo de adultos. Todo el drama es mínimo, con cierta tendencia al minimalismo que desarrollará el director posteriormente.

4. As Tears Go By (Wong Kar Wai): primera película de Wong en la que varios de las estrellas del cine de Hong Kong viven un drama fraternal y pasional. Andy Lau, Maggie Cheung y Jackie Cheung forman parte de esta tragedia de la pequeña mafia hongkonesa. Por ratos, de la mano de JC, la película tiene mucho de los tonos exaltados de un John Woo, pero en otros momentos, prefiere la atmósfera a la acción, la imagen a los actores.

5. La vida continúa (Abbas Kiarostami): un terremoto que azota la tierra en que se filmó ¿Dónde está...? es el inicio de la búsqueda del protagonista. Nunca sabemos de él directamente, lástima, porque se trata de un pretexto para ver cómo los seres humanos tenemos el instinto de seguir viviendo pese a las circunstancias más adversas, incluso ante aquellas sobre las que no tenemos algún poder de cambio.

6. Ashes of Time (Wong Kar Wai): el wu xian pi convertido en poema visual. Este film es el corolario del cine de acción hongkonés, antes que Yimou lo convertiera en un asunto de manierismo. Las historias pasionales se entrecruzan, vemos historias típicas del género, bajo la lupa preciosista de Wong.

7. 5x2 (Francois Ozon): este director francés va en picada; cada película nueva que veo me parece inferior a la anterior. Esta vez, trata la trama de modo inverso, convirtiendo su película en una suerte de charada visual, de trampa para el espectador (como lo fue Swimming Pool). Salva a esta película la siempre grata presencia de Valeria Bruni Tedeschi.

8. Shall We Dance (Mark Sandrich): primera incursión de la dupla Astaire y Rogers como pareja cinematográfica. Como siempre Astaire está magnífico, sus movimientos son magníficos, su presencia en pantalla es apabullante. La Rogers, curiosamente, mantiene la dicción de las actrices menos interesantes de los 30s (muy raro, considerando lo bien que sale en Stage Door y 42nd Street), pero se ilumina maravillosamente junto a Astaire.

9. The Skybridge is Gone (Tsai Ming Liang): cortometraje "puente" entre What Time is it There? y Wayward Cloud. En términos de trama, nos cuenta el regreso de Shang y el nuevo oficio de Hsao. Estilísticamente, la película anuncia el cambio de registro entre el letargo del primero y lo idiosincrático del segundo.

10. This Gun's for Hire (Frank Tuttle): film noir que marca el inicio del estrellato de Veronika Lake y Alan Ladd. Lo curioso es el estado del registro de ambos. La Lake es la típica estrella que basa su personaje en su belleza, su star quality y que como actriz es una perfecta tabla. Ladd es, por el contrario, un magnífico actor, capaz de darle vida a un rol algo menor en un filme de por sí imperfecto.

11. Legend of Sansho Bailiff (Kenji Mizoguchi): otra de las grandes tragedias de Mizoguchi. Esta vez es la triste historia de la desintegración de una familia, como producto de una actitud moral superior, que obliga a los personajes a buscar el bien comun, sacrificando su propio bienestar. Mizoguchi filma como pocos, llenando cada imagen de fuerza expresiva.

12. Taste of Tea (Katsushito Ishii): delirante historia de una familia japonesa. Ishii apela a la imagen surrealista, a la narración sugerente, a la ausencia de una trama general. Simplemente una gran obra, aunque -lástima- sea tan poco conocida.

13. Clash by Night (Fritz Lang): melodrama ambientado en un pequeño pueblo pesquero. La Stanwyck, brillante como de costumbre, se enfrenta a sus propias pasiones y ambiciones para al final descubrir el verdadero valor de sus sentimientos.

14. Cinderella Man (Ron Howard): "Richie Cunningham" está lejos de ser uno de los mejores artesanos del Hollywood actual, al contrario, muchas de sus cintas -incluída esta- tiene tantos desbalances que parecen impensables en una industria tan consolidada. Aun así, Cinderella es su mejor filme hasta el momento. Tiene una historia coherente, una resolución clara, unas preocupaciones bien llevadas (aun cuando podríamos no estar de acuerdo con la política que subyace al filme). Russell Crowe es un actor notable, lo mismo que Paul Giamatti (el otro lado de la moneda). Lo único lamentable a nivel actoral es la presencia de Reneé Zelwegger, que parece estar en otra época, cuya dicción es impensable para una mujer de la época, cuya voz de pato Donald hace imposible cualquier disfrute de sus escenas.

15. La sed (Ingmar Bergman): crisis europea tras la segunda guerra mundial. Una serie de viñetas sobre el amor en tiempos de dolor, donde la soledad y el vacío existencial sólo se sostiene por un pacto imperfecto por naturaleza, pero que parece ser lo único que nos queda para hacer la vida más soportable.

16. 47 espadas de venganza (Kenji Fukasaku): versión setentera del drama japonés sobre la rebelión de los servidores de un señor contra el Shogun. Este filme se concentra precisamente en este conflicto, en la separación en términos de acción de los que se preparan para la venganza y del mundo establecido (¿inactivo?) del Shogun. Toshiro Mifune y Sonny Chiba se encuentran como personajes secundarios de ambos bandos.

17. Formula 17 (Chen Yin-jung): simpática comedia sobre un adolescente gay que viaja a la gran ciudad a conocer un "affaire" on-line. La historia está enraizada en el género de la comedia romántica y por ratos mantiene varias de las estrategias típicas de una comedia norteamericana (como la trama y las apariciones musicales de bandas con música de moda casi inofensiva). Es un filme que se explica más por el cine mismo, que por la realidad.

18. The Barkleys of Broadway (Charles Walters): última aparición del dúo Astaire-Rogers. La historia es algo abusiva para la parte femenina, que es retratada como una incompetente tonta que no puede hacer nada sin su hombre. Los musicales están bien, aunque algo lejanos de los mejores momentos de la dupla.

19. A Scene at the Sea (Takeshi Kitano): otra gran cinta de Takeshi. Esta vez apela más al minimalismo, a la repetición de escenas y secuencias enteras que demuestran lo irrepetible del tiempo.Esto, pese a lo estancado de la vida de los personajes que parecene encontrar en el surf y el mar, la única salida para su existencia anodina, su calidad de outsiders.

20. Son frére (Patrice Chereau): más que interesante ejercicio de Chereau sobre los estados del cuerpo, sobre la degradación espiritual del cuerpo. Un pequeño movimiento que muchos han asociado a Lucien Freud, pero la escena previa a la operación, para mi gusto, es puro Mantegna.

21. Ce jour-lá (Raoul Ruiz): integrado en la cultura europea, Ruiz hace un ejercicio entre surrealista y rivettiano sobre la ambición que mueve la cultura occidental actual. El Estado suizo (ejemplo de la civilización occidental) mueve los hilos del poder económico para asesinar a la delirante Livia, la heredera de una fortuna derivada del comercio actual (el de las marcas), para lo que deja libre a un confundido asesino.

22. Um filme falado (Manoel de Oliveira): notable filme del maestro Oliveira sobre los avatares de la Europa contemporánea. Un mundo de rico pasado y apacible presente, pero que todavía ve al resto de la humanidad con una mirada exótica, como el souvenir de la mujer musulmana, como un problema ajeno al mundo en que viven. El estilo es radical, la primera parte es una suerte de visita guíada por las ciudades más importantes (en términos culturales) del mediterráneo, en el que la cámara se pasea con una intención difícil de adivinar en un principio. La segunda parte es una larga conversación entre tres brillantes mujeres, representantes de lo mejor y peor (el filme sugiere constantemente las contradicciones de la cultura) del mundo europeo junto al capitán del barco, un norteamericano. La tercera parte, es la inclusión en la mesa de la madre e hija turistas, cuyo final es amargo, terrible, es el final del deseo de entender más el pasado, las otras culturas, de integrarse a un mundo, que meses después de la fecha del filme (julio 2001) se convierte en una pesadilla.