Wednesday, November 29, 2006

Infiltrándose en Asuntos Infernales

Tengo sentimientos encontrados The Departed, la más reciente película de Scorsese. Por un lado, creo que es su mejor película desde "GoodFellas" y, sin embargo, creo que está lejos de su ya mítica obra de los años setentas.

Como todo remake, la película le debe demasiado al original, en este caso, la primera parte de la trilogía hongkonesa "Inffernal Affairs". El plot es básicamente el mismo, salvo un par de detalles que la hacen una producción plenamente americana (aunque IA es una película que mira hacia América, tal como lo señala en su blog David Bordwell): la historia de amor y la moraleja.

David Cook señala en uno de sus libros que el cine americano suele individualizar los grandes problemas sociales de acuerdo a visión del mundo. Una de las estrategias que utiliza es colocar una historia de amor sentimental en medio de la trama. En IA existía una velada historia de amor que servía para darle mayor identidad y peso emocional al personaje de Tony Leung Chiu-Wai (uno de los grandes actores del cine actual). En TD la historia de amor sirve para premiar y castigar a los personajes. Al Billy de DiCaprio se le da un premio a su buena labor policial: el sexo pasional puro a través de la única escena de sexo explícita de toda la película. (Hay otra que sí es muy buena en la que Nicholson/Costello se encuentra en la ópera con un par de diabólicas féminas, aunque no es explícita). Mientras que al personaje de Damon se le niega eso (recordemos escenas que hablan de su insatisfacción sexual), es más, al final se le niega la paternidad, el camino a la trascendencia humana según el paradigma machista que parece dirigir toda la película, y que resulta el éxito del personaje de Di Caprio.

Pero la más grande diferencia entre ambas cintas es el resultado final. En el cine asiático (sigo aqui también los comentarios de Bordwell), los héroes tienden al sacrificio y no al éxito. O más bien el éxito consiste en sacrificarse por un objetivo mayor a ellos. En el cine americano (salvo en el melodrama del clásico), el happy ending es casi un must. En TD está claramente asegurado con el castigo total al personaje de Damon, a través de este personaje que representa el límite entre el hombre outlaw y el hombre de bien, es decir, el Duigan que interpreta brillantemente Mark Whalberg. Es sintomático que el personaje en el estado intermedio entre bondad y maldad sea el que pone el necesario balance al mundo americano, castigando finalmente al culpable por todos sus pecados. Recordemos que la moral del cine americano siempre teme a los personajes que se encuentran en los extremos.

Y con todo esto, lo más débil de la cinta es un vano intento de Scorsese: hacer más realista una historia policial que no fue concebida como tal desde el principio. En IA la imagen apoyada en la fotografía de Chris Doyle estaba en una clave casi surreal que la hacían existir plenamente como una ficción casi absoluta (escenarios plagados de nubes, diseños hi tech, etc.). En TD, la localización bostoniana pone en entredicho la credibilidad del filme, hace evidente las moralejas y las suturas del guión. Pero sobre todo, caricaturiza algunos personajes, siendo el peor de todos el Costello que hace Nicholson.

Está más que claro que las muecas de Nicholson son pésimas para cualquier película que quiera pasar por realista. En realidad, las muecas tal como están en TD porque en "About Schmidt" o en "As Good as it Gets", Nicholson estaba soberbio, sin exagerar la mirada o sobreactuar como un payaso.

Aún así, TD no es una mala película. Tiene un ritmo bien administrado a pesar de sus arrebatos en el tiempo y su multiplicidad de personajes. Además, tiene unos momentos que regresan al mejor Scorsese (la ya mencionada secuencia en la ópera, algunos diálogos de Di Caprio, la mayoría de intervenciones de Mark Whalberg, etc.).

Monday, November 20, 2006

Miike goes to Hollywood

Hollywood siempre se ha aprovechado de los talentos extranjeros para hacer grandes películas. Grandes directores como Sjöstrom, Murnau, Sternberg, Hitchcock, Wilder, Curtiz, Stroheim, etc. cimentaron el cine clásico americano y crearon esa máquina de crear sueños que ha sido Hollywood por muchos años, y que aún se mantiene aunque quizás con mucha menos creatividad (teniendo en cuenta que los "talentos" llegados a Hollywood son del calibre de Verhoeven o Petersen).

Pero como para no perder la esperanza o quizás para perderla (habrá que ver los resultados), algunos directores interesante se han embarcado en proyectos americanos. Michael Haneke tiene en proyecto el remake de su terrorífica Funny Games , mientras que Wong Kar Wai tiene pensado, por lo menos, realizar dos películas: My Blueberry Night (con la cantante Norah Jones, el estupendo Jude Law y la sosa, pero inexplicablemente adorada, Natalie Portman) y "The Lady from Shanghai" que no sé sabe si finalmente se llevará a cabo tras la aparente renuncia de Nicole Kidman.

Recién leo que Takashi Miike, estupendo director ligado al cine de horror y el exceso, tiene un proyecto cinematográfico en mente. Ahora bien, el japonés había filmado ya un brillante capítulo para la serie televisiva "Masters of Horror" que nunca fue transmitida por la televisión por su crudeza (y vaya que la hay).

La película tiene a Quentin Tarantino como actor principal, quien ya nos había sorprendido con su "talento" en alguna peliculeta de Robert Rodriguez. Miike dice que lo escogió porque "es un tipo que no juega con las reglas de Hollywood"... ¿Será el mismo Tarantino que conocemos?

Según Twitch, la película sería una suerte de variación de un "clásico" de Sergio Corbucci y que se llamaría: Sukiyaqui Western: Django. El reparto es principalmente japonés y se espera el estreno para setiembre del 2007.

Saturday, November 18, 2006

Scoop: el último Allen

No voy a negar lo importante que resultó el cine de Woody Allen para mi formación cinéfila. La primera película que vi de él fue "Shadows and Fog" en la antigua sala del cine Julieta de Miraflores. En aquel entonces (¿fue en el 90 o en el 91?) no tenía gran idea de qué se trataba esto del cine, pero su reparto estelar me llamó la atención. Por alguna extraña razón sabía quién eran John Malkovich y John Cusack.

Poco tiempo después comencé a ver películas como loco y me encontré en la cartelera con "Husbands & Wives". Quedé alucinado con las actrices de Allen. La Farrow, en el que seguramente es su mejor papel, se mostraba fascinante, con su personalidad mousy, su timbre chillón y el cabello corto que la hacían ver tan vulnerable y al mismo tiempo, tan segura de lo que quería. Judy Davis, en el que debe ser uno de sus mejores roles, interpretando a una sofisticada y neurótica neoyorquina. Pero, lo que más me llamaba la atención era la capacidad del director de contar los sentimientos de sus personajes sin pudor alguno, poniendo en evidencia cómo las relaciones afectan a las personas. Todo esto de una manera que era inédita para mi entonces. Con películas como ésta y otras como "Annie Hall", "Manhattan" o "Hannah and her Sisters" se completó buena parte de mi educación cinéfilo-sentimental.

Tiempo después, tras aprender algo más de la estructura dramática que mueve a algunas películas, comencé a admirar el talento de Allen para armar historias redondas; delinear personajes complejos, interesantes, llenos de defectos pero adorables al mismo tiempo. Sumado a esto, estaba su amor por el cine, por la comedia del cine clásico, por Federico Fellini, por Ingmar Bergman y por los absurdos hermanos Marx.

Digo todo esto para señalar lo doloroso que resulta ver a Allen metido en el embrollo de la falta de creatividad. Sus películas desde "Small Times Crooks" en adelante son poco menos que mediocres. En el caso de "Scoop" estamos ante una necedad sin parangones para el director. Todas aquellas cosas que me hacían esperar cada diciembre el estreno de su más reciente película ha desaparecido. De hecho, el misterio más grande que oculta "Scoop" es dónde quedó el buen Allen que todos aprendimos a querer.

La historia es poco menos que una necedad, de esas que cualquier director del cine clásico americano filmaba con los ojos vendados, pero que manejaban con tanto gusto que terminaban por ser admirables. Sin embargo, Allen las filma con una dejadez imperdonable. Veamos sino la incoherencia con la que está dirigida la Johannson, que por momentos habla y gesticula como los héroes masculinos del director y veinte minutos más tarde lo hace de manera natural.

Los personajes secundarios casi no existen. Es más, el antagonista de la historia, interpretado por Hugh Jackman, tiene la ligereza de una pluma. No existe la menor motivación que diriga al personaje o si quiera que nos permita relacionarnos con él (¿lo admiramos u odiamos o simplemente no nos importa?).

En suma, todo un retroceso al peor Allen en años.

Tuesday, November 14, 2006

Lynch en campaña

Las campañas para el premio más mamón y al mismo tiempo más codiciado del cine han comenzado a inicios de este mes. Normalmente se pueden ver ejércitos de publicistas y relacionistas públicos tratando de convencer a medios y miembros votantes de la Academia para lograr un voto, pero pocas veces se ha visto algo como esto:




El mismo David Lynch empeñado en lograr una nominación para la excelente actriz Laura Dern, actriz principal de su más reciente aventura cinematográfica: Inland Empire.

Lynch estaba acompañado de esta banderola con la frase "For Your Consideration" y una vaca. ¿Qué tiene que ver la vaca con todo esto? Ni idea. Quizás tenga alguna relación con el ¿argumento? de Inland Empire o sea parte del espíritu surreal de uno de los grandes directores del cine americano actual.

Un par de slackers que pasaba por ahí decidió grabarlo y preguntar por la vaca...

http://www.youtube.com/watch?v=Ut6zdE8qWj0&eurl=