Siguiendo la tradición ciberné(rd)tica de poner una lista de películas nuevas que se ha visto en un período, haré una lista mensual. Esta es la que corresponde a setiembre, mes de terrible inactividad de mi blog:
Por orden de visión:
1. Sympathy for Mr. Vengeance de Park Chan Wook. Por cierto, una película fascinante y una película, a mi gusto, mucho mejor que OLDBOY.
2. Ucellacci e Uccellini de Pier Paolo Pasolini. El placer de ver al ucellini favorito de PPP: Ninetto Davoli, en una película brillante. Por cierto, siempre entendí que se trataba de un cuervo perteneciente a la inteligentsia socialista.
3. Assasination of Richard Nixon de Niels Muller. Mucho mejor de lo que esperaba.
4.Meet Me in St. Louis de Vincent Minelli. Aunque los números musicales no son exhuberantes, se trata de uno de los filmes más bellos de la época. Es un verdadero placer escuchar a la Garland.
5. Stagefrigth de Alfred Hitchcock. El cine de Hitch nunca cansa, aun cuando no se trate de una obra maestra. La Dietrich no pierde oportunidad para mostrar sus números musicales y Hitch se manda unas tomas directamente tomadas de von Sternberg. El villano del filme es de antología.
6. Teorema de PPP. Uno queda como transformado luego de esta más que brillante parábola de ribetes cristianos. Y eso que no cuento el placer de ver a Silvana Mangano en uno de esos roles de "mujer rica pero sexualmente insatisfecha, frívola pero infeliz, y con una autoconsciencia de clase que le habrían ahorrado varios dolores de cabeza a la corono británica." Además de Laura Betti alcanzando la santidad. También aparece Ninetto entregando cartas mientras vuela como un pajarillo.
7. 3 Iron de Kim Ki-duk. La última media hora de esta película es poco más que fascinante, es cine en su estado puro. Kim es capaz de hacer una obra brillante como esta y una cosa tan mamarrachienta como su Spring, Summer y demáses. En todo caso, se trata de una cinta excepcional, como pocas de las que se han realizado en los últimos años.
8. Sin City de Robert Rodriguez. Los vanos intentos de RR de ser novedoso e interesante. Una banda sonora hecha por un adicto al speed metal o alguien que trabaja taladrando pisos. La cinta tiene sus momentos, pero desfallece al intentar dar unidad a algo que quedaba mejor como viñetas, como episodios sueltos en el aire.
9. The Fury de Brian de Palma. Esta película me convenció que los Douglas tienen mala vejez. A los que no se les da por casarse con chicas 30 años menores que ella, les da por salir semi desnudos y jugar al decrépito héroe de acción. La película es insufrible, pese a su gusto por la serie B y pese a John Cassavettes.
10. Last Days de Gus Van Sant. Mi comentario sobre este filme está en otro post, más abajo.
11. Stella Dallas de King Vidor. La última vez que lloré tanto por algo, fue con Andrea Chernier. El melodrama de sacrificio en su mejor expresión. El movimiento de cámara final que hace Vidor sobre la Stanwyck, me recuerda a ciertos fragmentos de Breaking the Waves. Y no puedo dejar de asociar el despertar final de la Bergman de Stromboli, al sentimiento que la niña despierta en el alma de Stella Dallas.
12. A Tale of Cinema de Hong Sang-soo. Si se trata de hacer cine inteligente y arriesgado, ya sabemos hacia dónde ir. Hong es un director in progress, alguien que parece estar haciendo los cimientos de grandes obras. Esperaré un poco más para dar mi opinión sobre este director, que hasta ahora viene haciendo las cosas muy por encima del promedio.
13. Le Boucher de Claude Chabrol. Uno de los clásicos del director francés que muestra los límites entre una sociedad civilizada y los instintos humanos más profundos.
14. El ángel ebrio de Akira Kurosawa. Nuevamente AK demostrando por qué es una de las figuras centrales del cine. Como el Fellini post neorealista, AK prefiere una puesta en escena que tiende hacia un estilo clásico, controlado y funcional. Si hay algo que da a entender cada película de Kurosawa es que un director de cine es, sobre todo, un creador de imágenes.
15. Palindromes de Todd Solondz. Ejercicio formal medio tramposo. Ya comentaré más adelante.
16. Super espías de Danny Pang. Hong Kong hi tech, para un director con escasa imaginación.
17. A la verticale de l'été de Ann Tran Hung. Vietnamita radicado en Francia, haciendo una mezcla medio pesada de Lou Reed, exotismo oriental, intentos Chejovianos y fotografía preciosista. Hay tanto de realidad en esta película, como en la sonrisa de Tom Cruise.
18. House of Bamboo de Samuel Fuller. Sospecho que esta es una pésima introducción al cine de este director, la historia es bastante sosa, la cinematografía está un poco mejor, pero poco ayuda a una cinta que quiere decir tan poco en tanto tiempo.
19. Wayward Cloud de Tsai Ming Liang. Uno de mis favoritos hace una obra delirante, excéntrica y polémica. Salvo el final, que borda el esperpento, la película está bastante bien, aunque sin llegar a los niveles de Good Bye Dragon Inn o The River.
20. Die With Your Boots On de Raoul Walsh. Me da la impresión que nadie editaba con la velocidad con la que se trabajaban los filmes de este director. Tanto White Heat como Die with... se adelantan varios años al aburrido de Scorsese y sus imitadores. La escena de despedida entre Flynn y De Havilland podría ser una película por sí misma.
21. Nightmare Alley de Edmond Goulding. Ya le dedicaré un poco más de tiempo a esta obra fascinante, que me ha enseñado varias cosas valiosas sobre el cine y sobre el mundo mismo. Tyron Power es de esos actores que ya no pueden existir porque el mundo se ha hecho más pequeño, parafraseando a Norma Desmond.
Por orden de visión:
1. Sympathy for Mr. Vengeance de Park Chan Wook. Por cierto, una película fascinante y una película, a mi gusto, mucho mejor que OLDBOY.
2. Ucellacci e Uccellini de Pier Paolo Pasolini. El placer de ver al ucellini favorito de PPP: Ninetto Davoli, en una película brillante. Por cierto, siempre entendí que se trataba de un cuervo perteneciente a la inteligentsia socialista.
3. Assasination of Richard Nixon de Niels Muller. Mucho mejor de lo que esperaba.
4.Meet Me in St. Louis de Vincent Minelli. Aunque los números musicales no son exhuberantes, se trata de uno de los filmes más bellos de la época. Es un verdadero placer escuchar a la Garland.
5. Stagefrigth de Alfred Hitchcock. El cine de Hitch nunca cansa, aun cuando no se trate de una obra maestra. La Dietrich no pierde oportunidad para mostrar sus números musicales y Hitch se manda unas tomas directamente tomadas de von Sternberg. El villano del filme es de antología.
6. Teorema de PPP. Uno queda como transformado luego de esta más que brillante parábola de ribetes cristianos. Y eso que no cuento el placer de ver a Silvana Mangano en uno de esos roles de "mujer rica pero sexualmente insatisfecha, frívola pero infeliz, y con una autoconsciencia de clase que le habrían ahorrado varios dolores de cabeza a la corono británica." Además de Laura Betti alcanzando la santidad. También aparece Ninetto entregando cartas mientras vuela como un pajarillo.
7. 3 Iron de Kim Ki-duk. La última media hora de esta película es poco más que fascinante, es cine en su estado puro. Kim es capaz de hacer una obra brillante como esta y una cosa tan mamarrachienta como su Spring, Summer y demáses. En todo caso, se trata de una cinta excepcional, como pocas de las que se han realizado en los últimos años.
8. Sin City de Robert Rodriguez. Los vanos intentos de RR de ser novedoso e interesante. Una banda sonora hecha por un adicto al speed metal o alguien que trabaja taladrando pisos. La cinta tiene sus momentos, pero desfallece al intentar dar unidad a algo que quedaba mejor como viñetas, como episodios sueltos en el aire.
9. The Fury de Brian de Palma. Esta película me convenció que los Douglas tienen mala vejez. A los que no se les da por casarse con chicas 30 años menores que ella, les da por salir semi desnudos y jugar al decrépito héroe de acción. La película es insufrible, pese a su gusto por la serie B y pese a John Cassavettes.
10. Last Days de Gus Van Sant. Mi comentario sobre este filme está en otro post, más abajo.
11. Stella Dallas de King Vidor. La última vez que lloré tanto por algo, fue con Andrea Chernier. El melodrama de sacrificio en su mejor expresión. El movimiento de cámara final que hace Vidor sobre la Stanwyck, me recuerda a ciertos fragmentos de Breaking the Waves. Y no puedo dejar de asociar el despertar final de la Bergman de Stromboli, al sentimiento que la niña despierta en el alma de Stella Dallas.
12. A Tale of Cinema de Hong Sang-soo. Si se trata de hacer cine inteligente y arriesgado, ya sabemos hacia dónde ir. Hong es un director in progress, alguien que parece estar haciendo los cimientos de grandes obras. Esperaré un poco más para dar mi opinión sobre este director, que hasta ahora viene haciendo las cosas muy por encima del promedio.
13. Le Boucher de Claude Chabrol. Uno de los clásicos del director francés que muestra los límites entre una sociedad civilizada y los instintos humanos más profundos.
14. El ángel ebrio de Akira Kurosawa. Nuevamente AK demostrando por qué es una de las figuras centrales del cine. Como el Fellini post neorealista, AK prefiere una puesta en escena que tiende hacia un estilo clásico, controlado y funcional. Si hay algo que da a entender cada película de Kurosawa es que un director de cine es, sobre todo, un creador de imágenes.
15. Palindromes de Todd Solondz. Ejercicio formal medio tramposo. Ya comentaré más adelante.
16. Super espías de Danny Pang. Hong Kong hi tech, para un director con escasa imaginación.
17. A la verticale de l'été de Ann Tran Hung. Vietnamita radicado en Francia, haciendo una mezcla medio pesada de Lou Reed, exotismo oriental, intentos Chejovianos y fotografía preciosista. Hay tanto de realidad en esta película, como en la sonrisa de Tom Cruise.
18. House of Bamboo de Samuel Fuller. Sospecho que esta es una pésima introducción al cine de este director, la historia es bastante sosa, la cinematografía está un poco mejor, pero poco ayuda a una cinta que quiere decir tan poco en tanto tiempo.
19. Wayward Cloud de Tsai Ming Liang. Uno de mis favoritos hace una obra delirante, excéntrica y polémica. Salvo el final, que borda el esperpento, la película está bastante bien, aunque sin llegar a los niveles de Good Bye Dragon Inn o The River.
20. Die With Your Boots On de Raoul Walsh. Me da la impresión que nadie editaba con la velocidad con la que se trabajaban los filmes de este director. Tanto White Heat como Die with... se adelantan varios años al aburrido de Scorsese y sus imitadores. La escena de despedida entre Flynn y De Havilland podría ser una película por sí misma.
21. Nightmare Alley de Edmond Goulding. Ya le dedicaré un poco más de tiempo a esta obra fascinante, que me ha enseñado varias cosas valiosas sobre el cine y sobre el mundo mismo. Tyron Power es de esos actores que ya no pueden existir porque el mundo se ha hecho más pequeño, parafraseando a Norma Desmond.
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