El cine pan-asiático no sólo es famoso por sus grandes autores, sino también por lograr lo que hasta ahora sólo habían alcanzado el cine norteamericano y el cine hindú: crear un circuito cinematográfico basado en criterios industriales. Corea del Sur, Hong Kong, Taiwán, Tailandia, Japón, China continental, entre otros, forman hoy un interesante circuito comercial de la industria del espectáculo (incluyendo la música popular, la televisión, Internet y otros medios digitales) donde Hollywood tiene una presencia importante pero no de absoluto dominio, como sí sucede en buena parte del mundo.
De todas estas industrias, sin duda, la más solvente es la hongkonesa, que con sus directores de filmes de acción, tales como John Woo o Tsui Hark, han logrado influenciar incluso al cine occidental. Al interior de esta gama de directores, se encuentra Jingle Ma, un artesano con el suficiente oficio y visión comercial como para hacerse de un par de éxitos de taquilla.
Tokyo Raiders y la secuela Seoul Raiders, sin embargo, estuvieron algo lejos del tan añorado éxito comercial, funcionando relativamente bien en la taquilla. Ambas películas se basan en tramas que buscan la constante sorpresa, la ejecución de escenas adrenalínicas, abundantes cantidades de acción y piruetas, algunas dosis de humor, así como el encanto de sus protagonistas.
Las historias de ambas películas involucran a Lin (Tony Leung Chiu Wai), una suerte de agente secreto de filiación hongkonesa que se pasea en las calles de ambos países (Japón y Korea del Sur) para defender los intereses de algún tercero en discordia. Para esto, cuenta con una serie de artefactos y un grupo de bellezas locales que lo ayudan en cada una de sus tareas.
En Tokyo Raiders (2000), trata de cuidar a Macy (Kelly Chen), hija de un famoso empresario, que acaba de ser abandonada por su novio japonés (Tôru Nakamura). Ella viaja a Tokyo para buscarlo junto a Yung (Eking Cheng), su estafado diseñador de interiores. Así, cuentan con la ayuda de Lin y sus asistentes para encontrarlo cuando tropiezan con el jefe Ito (Hiroshi Abe), uno de los yakuzas más poderosos del país.
Seoul Raiders (2005), por su parte, introduce a Lin convertido en un cazarecompensas tratando de atrapara a un grupo de hongkoneses que han robado las placas para realizar billetes norteamericanos y vendérselos a la mafia koreana, quienes a su vez, lo venderían a los grupos radicales islámicos. El encargado de esta venta es Owen (Richie Ren). En el camino de sus actividades, Lin se encuentra con una joven que dice ser también una cazarecompensas, la china J.J., interpretada por Shu Qi.
Hay una clara diferencia estilística entre una película y otra. TR parece una película de Jackie Chan en su tratamiento de la acción en términos cómicos, su fotografía (realizada por el mismo Ma) opaca, casi naturalista. SR parece un producto más hi-tech, con hombres vestidos de un negro brillante, trabajo fotográfico más estilizado, acciones más basadas en la grandiosidad que en la pirueta del actor.
En fin, se tratan de películas bastante livianas, con algunas resoluciones visuales algo torpes, interesadas en dar golpes de efecto al espectador, retrogradamente sexistas, poco novedosas, etc. Quizás, la menos lograda sea SR debido a lo rebuscada de sus salidas dramáticas y sus postizas resoluciones en la trama.
Si hay alguna razón para ver esta película es el estupendo grupo de actores que forman parte del star system de la zona. En primer lugar, es interesante ver a Tony Leung Chiu Wai retomar su papel de actor de artes marciales, donde además, maneja una personalidad chispeante y cínica. Como todo actor de la zona realiza sus propias piruetas (incluído el salto entre dos vehículos en movimiento). Esta es la segunda vez que veo a Ekin Cheng y ha cambiado un poco la percepción que tenía de él, en esta película lo veo mucho más animado, expresivo, capaz de crear un personaje donde casi no lo hay. Kelly Chen demuestra acá porque es una de las mujeres más adoradas de Hong Kong. Shu Qi, la notable actriz de Millenium Mambo y El Ojo 2, luce simplemente esplendorosa. Richie Ren, Tôru Nakamura e Hiroshi Abe cumplen con sus roles algo secundarios. También se tiene la oportunidad de ver un par de cameos interesantes como el de Yuki Moriyama y Cecilia Cheung.
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