Este año no tengo ni la paciencia ni la motivación para realizar una lista decorada con fotogramas, así que la selección que pongo la haré con la única finalidad de que quede como una suerte de registro de mi año cinematográfico.
A diferencia de otras listas me tienen sin cuidado tanto lo que se haya estrenado en las salas comerciales como, por lo menos este año, los avatares de la distribución fílmica en esta parte del planeta. Mi criterio es sencillo, sólo colcaré aquellas películas que estrenadas mundialmente en los últimos cinco años, de esta manera, me evito tener una lista con 10 películas de Mizoguchi, 5 de Bresson, 3 de Lang, etc.
Decepciones y bodrios:
"Pirates of the Caribbean: Dead Man's Chest" no es exactamente una decepción, pues eso significaría que, en algún momento de la película, tuviera la esperanza de que las cosas van a ir por buen rumbo. Esta película es, en el mejor de los casos, una secuencia de acción extendida ad nauseam por un equipo de marketing cuyo conocimiento de las aventuras en altamar se remite a Sam Pistolas (Yosmite Sam) vestido de pirata.
"Riding Along a Thousand Miles" del "artístico" Zhang Yimou es otra muestra más de la adicción del director chino por las imágenes rebuscadas y vacías, los sentimientos azucarados y simplones y las metáforas de separata del curso de Cine Arte. Hablando de manuales no puedo dejar de mencionar los dos últimos mamotretos de Woody Allen: "Match Point" y "Scoop". La primera es un recetario de tópicos de sus mejores películas (ojo a la ironía: el Allen de los 80s es "Bergman for Dummies" y "Match Point" es Allen for Dummies) y la segunda es un recetario de tópicos de sus peores películas.
Steven Soderbergh no se pudo despegar de sus exitosos motivos hollywoodenses con "Bubble", una película que hecha un vistazo a las clases bajas de su país y, en lugar, de encontrarse con la ambivalencia moral de quienes tienen poco que ganar y mucho que perder (como lo hacen muy a su modo Kaurismaki y los Dardenne) se encuentra con un policial reaccionario donde una mujer gorda, fea, frustrada y envidiosa asesina a una joven linda, despreocupada e inmoral.
"Il centi pasi" de Marco Tulio Giordana e "Invisible Waves" de Pen Ek Ratanaruang son decididamente decepciones porque ambos son directores probadamente buenos y que, por razones que se me escapan, han realizado películas demasiado menores para ellos. Marco Tulio comete el típico error de confundir biografía con hagiografía; mientras que el director tailandés realiza una suerte de filme criminal vacío, con un hiperafectado Tadanobu Asano (por otro lado un genial actor) y plagado de esteticismos.
Con "Clerks 2" estoy en el limbo. Es por momentos tan vana, vacía y "mal gustosa" que hace pensar en cuánto ha cambiado el mundo de los 90s. Del liberalismo hemos pasado al conservadurismo no sólo en lo moral, sino también en lo estético. El primer Clerks era una serie de viñetas sobre un grupo de galifardos perdiendo el tiempo, el segundo es una historia dirigida al público juvenil del sector urbano, que consumen por marcas y que en el minuto 16 de la película se deben haber reído por lo menos 15 veces para que envíen SMS a sus amigos contándoles lo cool es que ir al multiplex.
"Es un honor el haber sido nominado"
Antes de la lista doy un breve recuento de algunas cosas interesantes vistas en el año y que, por tener que ceñirme absurdamente a un número, debo cortar:
"The Constant Gardener" de Fernando Meirelles es una muestra de que una historia hecha en Hollywood no tiene por qué ser poco original y es capaz de transmitir emociones de manera intensa, bajo un estilo visual impresionante.
"A Bittersweet Life" de Kim Ji-woom saca parte de lo mejor que este director coreano tiene para mostrar; un filme cargado de acción, hiperkinético y estimulante.
"Yes" trae a la mejor Sally Potter, con una película de tintes shakesperianos no sólo porque está recitada en verso, sino porque se trata de un amor imposibilitado por la diferencia de clases, de razas, del enfrentamiento entre dos enemigos, etc. A la clara presencia del teatro Potter le da un innegable toque cinematográfico.
"Road to Guantanamo" y "A Cock & Bull Story" de Michael Winterbottom son ciertamente obras interesantes. La primera es un docudrama sobre unos ingleses que por (aparentemente) su estupidez terminan en las "prisiones" norteamericanas para "combatientes" del Islam. Mientras que "A Cock" es una adaptación, ahora en términos de docudrama falso, (habrá quien diga que ambas son lo mismo) de la clásica novela de Sterne y obra maestra de la digresión.
"Como un avión estrellado" de Ezequiel Acuña confirma la tesis de "Nadar solo" y coloca al joven director argentino como un notable recreador de sentimientos y frustraciones juveniles. Con un soundtrack envidiable y un ritmo que enorgullecerían al mismo Hou.
El mundo al final de "Shortbus" de John Cameron Mitchell me simpatiza: un travesti cantando acompañado por una banda de vientos, mientras todos se besan apasionadamente y una mujer tiene su primer orgasmo. Hablando de "Joy de vivre".
Bruce La Bruce es algo así como la antítesis de JCM. Mientras que el primero busca en las diferencias aquello que nos hace comunes (una especie de Kant libidinoso), La Bruce busca que las diferencias (en especial, las sexuales) sean la partida para una revolución que acabe con el mundo burgués (una especie de Mao libidinoso). Su "Rapsberry Reich" es una obra que mezcla el hardcore gay con los panfletos de los discursos políticos en un arrebato que no deja títere sin cabeza. Prohibido para señoritas.
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