Friday, July 15, 2005

A Fond Kiss... (Ken Loach)

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El realismo sucio británico fue una suerte de tendencia del cine británico de los ochenta y comienzos de los noventas. Los críticos agruparon la obra de varios directores preocupados por la dinámica social de los barrios bajos del Reino Unido, que tan poco se parecía a la imagen de corrección, pulcritud e intelectualidad que el cine tiene de los ingleses. Entre los directores de esta tendencia realista se encontraban Stephen Frears (My Beautiful Launderette, Sammy & Rosie Get Laid), Mike Leigh (Naked, Life is Sweet) y, en especial, Ken Loach.

Como buena parte de los directores británicos, Loach comenzó en la televisión, logrando el éxito en 1969 con su película "Kes", que ya desde entonces mostraba el interés del director por un cine cercano al realismo socialista. Pero Loach no ha tenido una carrera fácil, al contrario, su ánimo por la denuncia, su total desinterés en el cine como espectáculo y diversión, le han valido poco reconocimiento general, aun cuando es uno de los directores más constantes e interesantes que se pueden encontrar en la actualidad.

A la luz de los atentados en Inglaterra, vale la pena revisar uno de sus más recientes películas: A Fond Kiss... Realizada en el 2004, la película cuenta la historia de amor entre un descendiente de pakistaníes (Atta Yakub) y una chica irlandesa (Eva Birthistle).

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La historia comienza con una exposición escolar de Tahara (Sabana Bakhsh) la hermana menor de Cassim (Yakub) , frente a un letrero en el pizarrón que anuncia su apoyo a la guerra en el Oriente. Tahara critica la visión occidental del Islam y, en general, de la multiculturalidad, finalizando: "Soy una adolescente de Glasgow, de descendencia musulmana y paquistaní, quien apoya a los Glasgow Rangers en una escuela católica. Porque soy una deslumbrante mezcla y estoy orgullosa de serlo."

Lo que más o menos viene a sintetizar la postura del director. Inglaterra viene cambiando por la inmigración, y lo que resultará de este cambio tiene que adaptarse positivamente, aunque duela hacerlo.

Como una especie de Romeo & Julieta de Glasgow, Cassim y Roisin (Birthistle) ven su romance entorpecido por un mundo que no considera la posibilidad de tal unión. Cassim vive con sus padres; el papá es dueño de una bodega en la zona comercial, mientras que la madre asume el típico rol de una esposa tradicional de Pakistán (viste tradicionalmente, usa el inglés con muy poca frecuencia). Su hermana, una inteligente y sofisticada psicóloga, asume su legado pakistaní naturalmente y decide aceptar un arreglo matrimonial con un profesional descendiente de pakistaníes igual a ella. Cassim es un DJ que está a punto de abrir su nuevo negocio y espera casarse en otro matrimonio concertado con una chica que aún no conoce. Sólo Tahara, la hija menor parece estar fuera de la tradición familiar, pues quiere asumir el rol de la mujer occidental en una sociedad moderna.

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Hasta que Cassim se enamora de Roisin, profesora de música en la escuela católica a la que asiste Tahara. Esta relación desencadenará el drama familiar, pues los arreglos se hacen como una manera de obtener prestigio social y como parte de la interrelación al interior de la comunidad. El posible rompimiento del matrimonio concertado de Cassim viene a ser una ruptura al interior del núcleo familiar y una vergüenza ante los demás. Loach se dedica buena parte de la cinta a mostrar la dinámica de la tradición familiar de los inmigrantes pakistaníes, que además tratan de relacionarse y prosperar con sus vecinos nativos, como es el caso de los trabajadores que ayudan al padre de Cassim a hacer una ampliación de su casa.

Asimismo, vemos el otro lado de la moneda. Roslin acaba de romper con su novio con el que vivía y ahora tiene un nuevo apartamento. Su relación con Cassim parece no alterar su vida demasiado. Van de paseo a España, donde otros europeos pasean en la tranquilidad de las playas españolas, sale con Cassim, etc. Sin embargo, cuando el colegio católico le niega un ascenso y la posible renovación de su contrato por mantener una relación fuera del matrimonio, comienza a sentir que el fundamentalismo no sólo se encuentra en las sociedades orientales.

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Doble drama entonces para una pareja que no tenía idea la cantidad de problemas de las relaciones interraciales de hoy, considerando la posición a la que han sido puestos los ciudadanos de origen islámico. A lo que se suman las transformaciones al interior de las comunidades islámicas en occidente, que ven alteradas sus costumbres y modo de vida, a favor de nuevas maneras de relacionarse.

Como es de esperarse, considerando obras tan bien manejadas como "Riff Raff" o "Bread & Roses", A Fond Kiss nunca se desborda más allá de lo permitido. No hay concesiones innecesarias, ni guiños al espectador, aunque el tono del final no sea tan duro, y en general, el director no se aleja demasiado de las convenciones. Es menos duro que "Bread & Roses", otro filme que también exponía una relación sentimental a los conflictos interraciales y de clase.

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Ken Loach es un director de mensaje. Su concepción del cine es básicamente la de un medio para exponer ideas y plantear los problemas sociales, no para entretener ni para plantear problemas del medio. Es más, creo que en sus mejores películas el medio funciona de un modo invisible, cuya retórica no afecta al mensaje. Y este sea quizás el problema fundamental de A Fond Kiss, quedarse demasiado en los límites genéricos del melodrama familiar y la historia de amor imposible por las relaciones sociales. Es un tema que se ha mediatizado demasiado, y pese al uso de algunos actores no profesionales, Loach no logra alcanzar la profundidad de análisis que ha logrado en otras cintas, ni plantear problemas más urgentes (como sí lo logran algunas películas de John Sayles, Laurent Cantet o los Dardenne, por ejemplo).

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Aun así, la película pone en el tapete un puñado de temas interesantes. Tiene una gran fuerza emocional, unas interpretaciones por encima del sobresaliente. Si bien no es uno de los mejores filmes de Ken Loach, es un filme que tiene mucho que ofrecer, en especial ahora, que la inmigración es tratada con tanta ligereza y no se piensa en los aspectos más internos de ella.

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