Friday, July 01, 2005
Saraband
Todo el mundo sabe, o debería saber, quién es Ingmar Bergman: uno de los pilares de la modernidad cinematográfica, entendida como la aceptación de las posibilidades artísticas del cine, la aceptación de la existencia de un autor cuya obra explora las inquietudes creativas más íntimas, la exploración del cine como un lenguaje y, sobre todo, la aceptación de la "artificialidad" del cine en su papel de reproductor de la realidad. La presencia del director sueco en el cine es larga. Ha realizado más de 60 películas en casi 40 años de trayectoria, varias de las cuales son las mejores representantes del arte cinematográfico y se han convertido en influencia directa para otros tantos realizadores modernos y contemporáneos.
Saraband es su última obra audiovisual. Fue realizada para la TV sueca en video digital y cuenta el reencuentro de dos personajes suyos que aparecieron en "Escenas de la vida conyugal" (1972), uno de los mejores filmes del director, que retrataba la relación de una pareja a través de los años. En esta primera película, Marian (Liv Ullman) y Johann (Erland Josephson) se enamoraban, se enfrentaban, se eran infieles, se agredían hasta límites inaguantables. En fin, era una de las experiencias más extremas y al mismo tiempo más duras sentimentalmente del director. Varios años luego, encontramos a Marianne, pensando realizar una visita a Johann, quien viudo de su segunda esposa vive solo en el campo.
Johann y Marianne tuvieron dos hijas; una se encuentra recluída en un hospital psiquiátrico y la otra vive en Australia y ha decidido no tener hijos. Por su parte, Johann tuvo un hijo de su segundo matrimonio, un músico y profesor universitario llamado Henrik (Björje Ahlstedt), también viudo, y que vive con una hija de nombre Karin (Julia Dufvenius), quien a su vez tiene la ambición de estudiar música, pues tiene cierto talento en el cello.
Contra todo pronóstico, la película no se sirve totalmente de la relación entre Johann y Marian para establecer la trama, sino que ésta sirve de punto de partida para conocer la dura relación entre Johann, Henrik y Karin. Y es precisamente esta suerte de triángulo filial, uno de los más desoladores que haya planteado Bergman jamás, la que se convierte en uno de los aspectos más interesantes de la cinta. Johann odia profundamente a Henrik, quien se ha convertido en un padre absorbente, sobre protector, desconfiado, incapaz de controlar sus propias emociones, mientras que Julia se encuentra atrapada en medio, en una edad en la que está a punto de tomar su decisión más importante. Pero esta historia, sirve a su vez como reflejo para solucionar uno de los dilemas que Marianne había enunciado al inicio del drama, pero que no asumía como un problema, sino como una circunstancia, es decir, la lejanía física, pero sobre todo espiritual con sus hijas.
La película está contada a partir de 10 escenas, en las que se incluyen monólogos interiores, pequeños flashbacks y la acción directa. Se dice constantemente que la película se remite a la "danza erótica" [sic] de la sarabanda, una danza de salón, famosa en el barroco. Si bien el dato es cierto respecto al origen de una danza llamada sarabanda, el origen del nombre de la película de Bergman se relaciona con uno de los movimientos de la seis suites para cello solo de Johann Sebastian Bach. Esta serie de piezas toma a su vez el modelo de la suite de danzas, es decir, un modelo de composición musical basado en seis formas de danzas distintas, pero que no implicaba necesariamente la ejecución de baile alguno, sino que servía para hacerse de pautas rítmicas en la composición. Así que cualquier relación entre una danza de parejas y el hecho que buena parte del metraje de la cinta tenga conversaciones entre dos personajes me parece errada y hasta cierto punto producto del desconocimiento generalizado que hay para con la música del barroco.
Nuevamente, como en buena parte de su obra, estamos ante una trama que se mueve fundamentalmente a partir de conversaciones en las que se nos permite ver los sentimientos de los personajes en su estado más puro. Así, la red de relaciones de Saraband está marcada por la constante sensación de odio, resentimiento y mezquindad que el personaje de Josephson distribuye entre todas las personas que se encuentran a su alrededor. Aunque quien más afectado se encuentra por eso es Henrik; recordemos sino, una de las conversaciones más duras de la película (quizás comparable en intensidad a la que sostienen Ingrid Thulin y Gunnar Björnstradt en Luz de invierno) en la que el pobre Henrik es humillado de una de las maneras más duras y al mismo tiempo realistas que se hayan visto jamás en el cine. El músico ha quedado reducido por el odio del padre y su incapacidad para superarlo en una especie de pusilánime, que trata de remediar esa relación creando una relación cuasi obsesiva con su hija.
Para esto, los actores de las películas de Bergman siempre han tenido un lugar más que especial. Basta sino recordar a Max Von Sydow, Gunnel Lindblom, Harriet Anderson, Gunnar Björnstradt, Ingrid Thulin, Bibi Andersen, entre tantos otros, que han compuesto maravillosamente varios de los personajes más complejos del cine. En este caso, tenemos a Liv Ullman, uno de los grandes prototipos del director sueco, y que compone a una mujer serena, mucho más cálida y reflexiva que la mujer egoísta que conocimos en Escenas de la vida conyugal. Al contrario, hay toda una evolución en la manera de ver la vida en el personaje de la Ullman, más comprensiva con los demás, menos interesada en satisfacer sus impulsos que en asumir las limitaciones en su vida. Por su lado, el Johann que compone extraordinariamente Erland Josephson, ha creado una suerte de coraza de odio y soledad para protegerse de cualquier posible cargo de conciencia, es un personaje absolutamente negativo, pero que está interpretado con mucha humanidad. Björje Ahlstedt, que interpreta a Henrik, había participado ya en un par de filmes anteriores de Bergman, pero aquí se encuentra formidable, en un papel que a todas luces se ve complicado por la serie de sentimientos que necesita desplegar para hacerse creíble, pues Henrik (como vemos en la escena en la capilla) pasa rápidamente de la serenidad y la bonhomía a la insolencia y al odio más destemplado. Julia Dufevnis, por su lado, está también muy bien como esta joven mujer atrapada en el absorbente amor de su padre.
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5 comments:
Bueno, una de mis grandes deudas de este año ha sido precisamente no ir a ver "Saraband" al cine, cuando tuve la oportunidad de hacerlo. Ese cine de personajes, del cual Bergman es maestro, es uno de mis favoritos, así que leyendo estas líneas tuyas en que describes desde el motivo por el cual la cinta se llama así, hasta los nudos más dramáticos del guión me ha dejado sumamente decidido a conseguírmela, lo antes posible, para no quedarme con esta sensación de desperdicio por no haberla visto aún. En los foros y portales de cine donde participo la verdad es que muy poco pasó con este título de Bergman, pero eso no justifica el dejarla pasar de la cartelera. Así que la veré apenas pueda para comentar un poco más sobre todo lo que has dicho sobre el film. Lo prometo.
Espero sepas perdonar algunos errores de tipeo... Estoy escribiendo sin dar una segunda lectura para corregir... Prometo ser más cuidadoso en lo sucesivo...
Buuhhh, pro si yo casi siempre tengo algunos errores gtamatiales en los míos, así que no te preocupes, a todos nos pasa.
Y te repito, ahora sí quiero ver esta movie, porque no puedo dejar pasar el año sin verla.
I inclination not approve on it. I regard as polite post. Expressly the appellation attracted me to study the unscathed story.
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