1) ¿Cuál fue la última película que viste y por qué?
Keane de Lodge Kerrigan. Recuerdo haberla visto en alguna lista de mejores películas (¿en el Village Voice?) y desde ahí me llamó la atención.
2) Nombrar algún director de fotografía que te parezca bueno. Alguna muestra de su obra.
Los directores asiáticos son extremadamente buenos (incluyendo al asiático por vocación: Chris Doyle) y me gusta mucho lo que Ping Bing Lee ha hecho para Hou Hsiao Hsien (Café Lumiére, Three Times, Millenium Mambo, etc.). Me llama la atención, en especial, que se tratan de filmes con pocos cortes, donde la imagen debe expresar mucho pero con pocos recursos.
3) ¿Joe Don Baker o Bo Svenson?
No me podrían importar menos.
4) Nombra el momento de una película que te haya sorprendido
Recientemente, la aparición de la bestia en The Host, pero por una cuestión de crudeza, supongo que las escenas de mutilación de Audition de Miike son una de las cosas que más me vienen a la cabeza...
5) Película favorita sobre las películas...
The Player de Robert Altman
6) Película favorita de Fritz Lang
Los Nibelungos...
7) La primera vez que te reconociste en una película.
No sé por qué pero Judy Davis en Husbands & Wives de Allen me recordó cómo me sentía en alguna época de mivida
8) ¿Carole Bouquet o Angela Molina?
Difícil. Pero me quedaré con la delicadeza que la Molina demostró en Carne Trémula.
9) Nombra el nombre de una pelícual que redime el concepto de nostalgia como algo más que un producto comerciable.
Casi todo Wong Kar-wai. Pero me quedaré con "In the Mood for Love"
10) Aparición favorita de un atleta como actor de una película.
Me gustaba el actor que hizo de Darth Maul aunque la cinta no vale dos centavos. Pero la fuerza del actor y sus acrobacias son impresionantes.
11) Película favorita de Hal Ashby.
Coming Home
12) Nombra la primera función doble que programaste para tu propia "sala de cine".
No recuerdo. Han sido tantas.
13) ¿Cuál es el nombre de tu propia "sala de cine"?
No tiene nombre...
14) ¿Humphrey Bogart o Elliot Gould?
¿En serio? Humphs.
15) Película favorita de Robert Stevenson
No he visto ninguna.
16) Describe un momento favorito en el cine por el uso del sonido.
Los gritos, llantos y el silencio durante la secuencia de la muerte de Harriet Anderson en Gritos y Susurros.
17) Pink Flamingoes-- ¿Sí o no?
Nop.
18) Favorito soundtrack de una película.
Singing in the Rain...
19) ¿Fay Wray o Naomi Watts?
¿A qué viene la pregunta? Imposible compararlas
20) ¿Hay alguna película que te haría cuestionar el juicio o gusto de un crítico, blogger o amigo, si supieras que ellos la defienden?
De hecho sigo cuestionando por qué les gusta la película de barbie taco.
21) Escoge una nueva categoría para el Oscar y quién debería ganarlo
¿Qué el Oscar no es sólo un asunto de vestidos?
22) Película favorita de Paul Verhoeven
None.
23) ¿Qué crees que el cine hace mejor que otras artes?
Deslumbrarnos.
24) ¿Peter Ustinov o Albert Finney?
Ustinov de lejos...
25) Logo favorito de un estudio que aparece antes de una película.
RKO
26) Nombra el libro más importante sobre el cine, según tu juicio personal
La imagen movimiento de Gilles Deleuze. Una Biblia sobre el cine hecho antes de los 70s.
27) Nombra la película con el mejor final sorpresivo
Ni idea.
28) Película favorita de Francois Truffaut.
Los 400 golpes.
29) Olivia Hussey or Claire Danes?
Claire!
30) Más memorable encuentro con una celebridad.
Nunca me he encontrado con nadie que valga la pena.
31) ¿Cuándo te diste cuenta que los filmes eran dirigidos?
Con Blue Velvet.
Sunday, December 10, 2006
Friday, December 01, 2006
Lo mejor del año según Waters
John Waters, el más kitsch de los directores americanos, ha escrito su lista de lo mejor del año para la revista Artforum. Su elección del puesto 2 es más que curiosa: Jackass Number 2.
"Exhibiéndose en más de 300 pantallas, Jackass fue la número uno en la taquilla de Estados Unidos en su primera semana; y las estrellas masculinas de esta película comen mierda y toman semen de caballo, todo de verdad. También están desnudos un montón. Si esto no es terrorismi cultural, entonces no sé qué puede serlo", sentencia Waters.
El resto de la lista es como va:
"Exhibiéndose en más de 300 pantallas, Jackass fue la número uno en la taquilla de Estados Unidos en su primera semana; y las estrellas masculinas de esta película comen mierda y toman semen de caballo, todo de verdad. También están desnudos un montón. Si esto no es terrorismi cultural, entonces no sé qué puede serlo", sentencia Waters.
El resto de la lista es como va:
1 United 93 (Paul Greengrass)
2 Jackass Number Two (Jeff Tremaine)
3 The Last King of Scotland (Kevin Macdonald)
4 Shortbus (John Cameron Mitchell)
5 The Departed (Martin Scorsese)
6 Sherrybaby (Laurie Collyer)7 Inside Man (Spike Lee)
8 Sleeping Dogs Lie (Bobcat Goldthwait)
9 Hamilton (Matthew Porterfield)
10 Marie Antoinette (Sofia Coppola)
Wednesday, November 29, 2006
Infiltrándose en Asuntos Infernales
Tengo sentimientos encontrados The Departed, la más reciente película de Scorsese. Por un lado, creo que es su mejor película desde "GoodFellas" y, sin embargo, creo que está lejos de su ya mítica obra de los años setentas.
Como todo remake, la película le debe demasiado al original, en este caso, la primera parte de la trilogía hongkonesa "Inffernal Affairs". El plot es básicamente el mismo, salvo un par de detalles que la hacen una producción plenamente americana (aunque IA es una película que mira hacia América, tal como lo señala en su blog David Bordwell): la historia de amor y la moraleja.
David Cook señala en uno de sus libros que el cine americano suele individualizar los grandes problemas sociales de acuerdo a visión del mundo. Una de las estrategias que utiliza es colocar una historia de amor sentimental en medio de la trama. En IA existía una velada historia de amor que servía para darle mayor identidad y peso emocional al personaje de Tony Leung Chiu-Wai (uno de los grandes actores del cine actual). En TD la historia de amor sirve para premiar y castigar a los personajes. Al Billy de DiCaprio se le da un premio a su buena labor policial: el sexo pasional puro a través de la única escena de sexo explícita de toda la película. (Hay otra que sí es muy buena en la que Nicholson/Costello se encuentra en la ópera con un par de diabólicas féminas, aunque no es explícita). Mientras que al personaje de Damon se le niega eso (recordemos escenas que hablan de su insatisfacción sexual), es más, al final se le niega la paternidad, el camino a la trascendencia humana según el paradigma machista que parece dirigir toda la película, y que resulta el éxito del personaje de Di Caprio.
Pero la más grande diferencia entre ambas cintas es el resultado final. En el cine asiático (sigo aqui también los comentarios de Bordwell), los héroes tienden al sacrificio y no al éxito. O más bien el éxito consiste en sacrificarse por un objetivo mayor a ellos. En el cine americano (salvo en el melodrama del clásico), el happy ending es casi un must. En TD está claramente asegurado con el castigo total al personaje de Damon, a través de este personaje que representa el límite entre el hombre outlaw y el hombre de bien, es decir, el Duigan que interpreta brillantemente Mark Whalberg. Es sintomático que el personaje en el estado intermedio entre bondad y maldad sea el que pone el necesario balance al mundo americano, castigando finalmente al culpable por todos sus pecados. Recordemos que la moral del cine americano siempre teme a los personajes que se encuentran en los extremos.
Y con todo esto, lo más débil de la cinta es un vano intento de Scorsese: hacer más realista una historia policial que no fue concebida como tal desde el principio. En IA la imagen apoyada en la fotografía de Chris Doyle estaba en una clave casi surreal que la hacían existir plenamente como una ficción casi absoluta (escenarios plagados de nubes, diseños hi tech, etc.). En TD, la localización bostoniana pone en entredicho la credibilidad del filme, hace evidente las moralejas y las suturas del guión. Pero sobre todo, caricaturiza algunos personajes, siendo el peor de todos el Costello que hace Nicholson.
Está más que claro que las muecas de Nicholson son pésimas para cualquier película que quiera pasar por realista. En realidad, las muecas tal como están en TD porque en "About Schmidt" o en "As Good as it Gets", Nicholson estaba soberbio, sin exagerar la mirada o sobreactuar como un payaso.
Aún así, TD no es una mala película. Tiene un ritmo bien administrado a pesar de sus arrebatos en el tiempo y su multiplicidad de personajes. Además, tiene unos momentos que regresan al mejor Scorsese (la ya mencionada secuencia en la ópera, algunos diálogos de Di Caprio, la mayoría de intervenciones de Mark Whalberg, etc.).
Como todo remake, la película le debe demasiado al original, en este caso, la primera parte de la trilogía hongkonesa "Inffernal Affairs". El plot es básicamente el mismo, salvo un par de detalles que la hacen una producción plenamente americana (aunque IA es una película que mira hacia América, tal como lo señala en su blog David Bordwell): la historia de amor y la moraleja.
David Cook señala en uno de sus libros que el cine americano suele individualizar los grandes problemas sociales de acuerdo a visión del mundo. Una de las estrategias que utiliza es colocar una historia de amor sentimental en medio de la trama. En IA existía una velada historia de amor que servía para darle mayor identidad y peso emocional al personaje de Tony Leung Chiu-Wai (uno de los grandes actores del cine actual). En TD la historia de amor sirve para premiar y castigar a los personajes. Al Billy de DiCaprio se le da un premio a su buena labor policial: el sexo pasional puro a través de la única escena de sexo explícita de toda la película. (Hay otra que sí es muy buena en la que Nicholson/Costello se encuentra en la ópera con un par de diabólicas féminas, aunque no es explícita). Mientras que al personaje de Damon se le niega eso (recordemos escenas que hablan de su insatisfacción sexual), es más, al final se le niega la paternidad, el camino a la trascendencia humana según el paradigma machista que parece dirigir toda la película, y que resulta el éxito del personaje de Di Caprio.
Pero la más grande diferencia entre ambas cintas es el resultado final. En el cine asiático (sigo aqui también los comentarios de Bordwell), los héroes tienden al sacrificio y no al éxito. O más bien el éxito consiste en sacrificarse por un objetivo mayor a ellos. En el cine americano (salvo en el melodrama del clásico), el happy ending es casi un must. En TD está claramente asegurado con el castigo total al personaje de Damon, a través de este personaje que representa el límite entre el hombre outlaw y el hombre de bien, es decir, el Duigan que interpreta brillantemente Mark Whalberg. Es sintomático que el personaje en el estado intermedio entre bondad y maldad sea el que pone el necesario balance al mundo americano, castigando finalmente al culpable por todos sus pecados. Recordemos que la moral del cine americano siempre teme a los personajes que se encuentran en los extremos.
Y con todo esto, lo más débil de la cinta es un vano intento de Scorsese: hacer más realista una historia policial que no fue concebida como tal desde el principio. En IA la imagen apoyada en la fotografía de Chris Doyle estaba en una clave casi surreal que la hacían existir plenamente como una ficción casi absoluta (escenarios plagados de nubes, diseños hi tech, etc.). En TD, la localización bostoniana pone en entredicho la credibilidad del filme, hace evidente las moralejas y las suturas del guión. Pero sobre todo, caricaturiza algunos personajes, siendo el peor de todos el Costello que hace Nicholson.
Está más que claro que las muecas de Nicholson son pésimas para cualquier película que quiera pasar por realista. En realidad, las muecas tal como están en TD porque en "About Schmidt" o en "As Good as it Gets", Nicholson estaba soberbio, sin exagerar la mirada o sobreactuar como un payaso.
Aún así, TD no es una mala película. Tiene un ritmo bien administrado a pesar de sus arrebatos en el tiempo y su multiplicidad de personajes. Además, tiene unos momentos que regresan al mejor Scorsese (la ya mencionada secuencia en la ópera, algunos diálogos de Di Caprio, la mayoría de intervenciones de Mark Whalberg, etc.).
Monday, November 20, 2006
Miike goes to Hollywood
Hollywood siempre se ha aprovechado de los talentos extranjeros para hacer grandes películas. Grandes directores como Sjöstrom, Murnau, Sternberg, Hitchcock, Wilder, Curtiz, Stroheim, etc. cimentaron el cine clásico americano y crearon esa máquina de crear sueños que ha sido Hollywood por muchos años, y que aún se mantiene aunque quizás con mucha menos creatividad (teniendo en cuenta que los "talentos" llegados a Hollywood son del calibre de Verhoeven o Petersen).
Pero como para no perder la esperanza o quizás para perderla (habrá que ver los resultados), algunos directores interesante se han embarcado en proyectos americanos. Michael Haneke tiene en proyecto el remake de su terrorífica Funny Games , mientras que Wong Kar Wai tiene pensado, por lo menos, realizar dos películas: My Blueberry Night (con la cantante Norah Jones, el estupendo Jude Law y la sosa, pero inexplicablemente adorada, Natalie Portman) y "The Lady from Shanghai" que no sé sabe si finalmente se llevará a cabo tras la aparente renuncia de Nicole Kidman.
Recién leo que Takashi Miike, estupendo director ligado al cine de horror y el exceso, tiene un proyecto cinematográfico en mente. Ahora bien, el japonés había filmado ya un brillante capítulo para la serie televisiva "Masters of Horror" que nunca fue transmitida por la televisión por su crudeza (y vaya que la hay).
La película tiene a Quentin Tarantino como actor principal, quien ya nos había sorprendido con su "talento" en alguna peliculeta de Robert Rodriguez. Miike dice que lo escogió porque "es un tipo que no juega con las reglas de Hollywood"... ¿Será el mismo Tarantino que conocemos?
Según Twitch, la película sería una suerte de variación de un "clásico" de Sergio Corbucci y que se llamaría: Sukiyaqui Western: Django. El reparto es principalmente japonés y se espera el estreno para setiembre del 2007.
Pero como para no perder la esperanza o quizás para perderla (habrá que ver los resultados), algunos directores interesante se han embarcado en proyectos americanos. Michael Haneke tiene en proyecto el remake de su terrorífica Funny Games , mientras que Wong Kar Wai tiene pensado, por lo menos, realizar dos películas: My Blueberry Night (con la cantante Norah Jones, el estupendo Jude Law y la sosa, pero inexplicablemente adorada, Natalie Portman) y "The Lady from Shanghai" que no sé sabe si finalmente se llevará a cabo tras la aparente renuncia de Nicole Kidman.
Recién leo que Takashi Miike, estupendo director ligado al cine de horror y el exceso, tiene un proyecto cinematográfico en mente. Ahora bien, el japonés había filmado ya un brillante capítulo para la serie televisiva "Masters of Horror" que nunca fue transmitida por la televisión por su crudeza (y vaya que la hay).
La película tiene a Quentin Tarantino como actor principal, quien ya nos había sorprendido con su "talento" en alguna peliculeta de Robert Rodriguez. Miike dice que lo escogió porque "es un tipo que no juega con las reglas de Hollywood"... ¿Será el mismo Tarantino que conocemos?
Según Twitch, la película sería una suerte de variación de un "clásico" de Sergio Corbucci y que se llamaría: Sukiyaqui Western: Django. El reparto es principalmente japonés y se espera el estreno para setiembre del 2007.
Saturday, November 18, 2006
Scoop: el último Allen
No voy a negar lo importante que resultó el cine de Woody Allen para mi formación cinéfila. La primera película que vi de él fue "Shadows and Fog" en la antigua sala del cine Julieta de Miraflores. En aquel entonces (¿fue en el 90 o en el 91?) no tenía gran idea de qué se trataba esto del cine, pero su reparto estelar me llamó la atención. Por alguna extraña razón sabía quién eran John Malkovich y John Cusack.
Poco tiempo después comencé a ver películas como loco y me encontré en la cartelera con "Husbands & Wives". Quedé alucinado con las actrices de Allen. La Farrow, en el que seguramente es su mejor papel, se mostraba fascinante, con su personalidad mousy, su timbre chillón y el cabello corto que la hacían ver tan vulnerable y al mismo tiempo, tan segura de lo que quería. Judy Davis, en el que debe ser uno de sus mejores roles, interpretando a una sofisticada y neurótica neoyorquina. Pero, lo que más me llamaba la atención era la capacidad del director de contar los sentimientos de sus personajes sin pudor alguno, poniendo en evidencia cómo las relaciones afectan a las personas. Todo esto de una manera que era inédita para mi entonces. Con películas como ésta y otras como "Annie Hall", "Manhattan" o "Hannah and her Sisters" se completó buena parte de mi educación cinéfilo-sentimental.
Tiempo después, tras aprender algo más de la estructura dramática que mueve a algunas películas, comencé a admirar el talento de Allen para armar historias redondas; delinear personajes complejos, interesantes, llenos de defectos pero adorables al mismo tiempo. Sumado a esto, estaba su amor por el cine, por la comedia del cine clásico, por Federico Fellini, por Ingmar Bergman y por los absurdos hermanos Marx.
Digo todo esto para señalar lo doloroso que resulta ver a Allen metido en el embrollo de la falta de creatividad. Sus películas desde "Small Times Crooks" en adelante son poco menos que mediocres. En el caso de "Scoop" estamos ante una necedad sin parangones para el director. Todas aquellas cosas que me hacían esperar cada diciembre el estreno de su más reciente película ha desaparecido. De hecho, el misterio más grande que oculta "Scoop" es dónde quedó el buen Allen que todos aprendimos a querer.
La historia es poco menos que una necedad, de esas que cualquier director del cine clásico americano filmaba con los ojos vendados, pero que manejaban con tanto gusto que terminaban por ser admirables. Sin embargo, Allen las filma con una dejadez imperdonable. Veamos sino la incoherencia con la que está dirigida la Johannson, que por momentos habla y gesticula como los héroes masculinos del director y veinte minutos más tarde lo hace de manera natural.
Los personajes secundarios casi no existen. Es más, el antagonista de la historia, interpretado por Hugh Jackman, tiene la ligereza de una pluma. No existe la menor motivación que diriga al personaje o si quiera que nos permita relacionarnos con él (¿lo admiramos u odiamos o simplemente no nos importa?).
En suma, todo un retroceso al peor Allen en años.
Poco tiempo después comencé a ver películas como loco y me encontré en la cartelera con "Husbands & Wives". Quedé alucinado con las actrices de Allen. La Farrow, en el que seguramente es su mejor papel, se mostraba fascinante, con su personalidad mousy, su timbre chillón y el cabello corto que la hacían ver tan vulnerable y al mismo tiempo, tan segura de lo que quería. Judy Davis, en el que debe ser uno de sus mejores roles, interpretando a una sofisticada y neurótica neoyorquina. Pero, lo que más me llamaba la atención era la capacidad del director de contar los sentimientos de sus personajes sin pudor alguno, poniendo en evidencia cómo las relaciones afectan a las personas. Todo esto de una manera que era inédita para mi entonces. Con películas como ésta y otras como "Annie Hall", "Manhattan" o "Hannah and her Sisters" se completó buena parte de mi educación cinéfilo-sentimental.
Tiempo después, tras aprender algo más de la estructura dramática que mueve a algunas películas, comencé a admirar el talento de Allen para armar historias redondas; delinear personajes complejos, interesantes, llenos de defectos pero adorables al mismo tiempo. Sumado a esto, estaba su amor por el cine, por la comedia del cine clásico, por Federico Fellini, por Ingmar Bergman y por los absurdos hermanos Marx.
Digo todo esto para señalar lo doloroso que resulta ver a Allen metido en el embrollo de la falta de creatividad. Sus películas desde "Small Times Crooks" en adelante son poco menos que mediocres. En el caso de "Scoop" estamos ante una necedad sin parangones para el director. Todas aquellas cosas que me hacían esperar cada diciembre el estreno de su más reciente película ha desaparecido. De hecho, el misterio más grande que oculta "Scoop" es dónde quedó el buen Allen que todos aprendimos a querer.
La historia es poco menos que una necedad, de esas que cualquier director del cine clásico americano filmaba con los ojos vendados, pero que manejaban con tanto gusto que terminaban por ser admirables. Sin embargo, Allen las filma con una dejadez imperdonable. Veamos sino la incoherencia con la que está dirigida la Johannson, que por momentos habla y gesticula como los héroes masculinos del director y veinte minutos más tarde lo hace de manera natural.
Los personajes secundarios casi no existen. Es más, el antagonista de la historia, interpretado por Hugh Jackman, tiene la ligereza de una pluma. No existe la menor motivación que diriga al personaje o si quiera que nos permita relacionarnos con él (¿lo admiramos u odiamos o simplemente no nos importa?).
En suma, todo un retroceso al peor Allen en años.
Tuesday, November 14, 2006
Lynch en campaña
Las campañas para el premio más mamón y al mismo tiempo más codiciado del cine han comenzado a inicios de este mes. Normalmente se pueden ver ejércitos de publicistas y relacionistas públicos tratando de convencer a medios y miembros votantes de la Academia para lograr un voto, pero pocas veces se ha visto algo como esto:
El mismo David Lynch empeñado en lograr una nominación para la excelente actriz Laura Dern, actriz principal de su más reciente aventura cinematográfica: Inland Empire.
Lynch estaba acompañado de esta banderola con la frase "For Your Consideration" y una vaca. ¿Qué tiene que ver la vaca con todo esto? Ni idea. Quizás tenga alguna relación con el ¿argumento? de Inland Empire o sea parte del espíritu surreal de uno de los grandes directores del cine americano actual.
Un par de slackers que pasaba por ahí decidió grabarlo y preguntar por la vaca...
http://www.youtube.com/watch?v=Ut6zdE8qWj0&eurl=
El mismo David Lynch empeñado en lograr una nominación para la excelente actriz Laura Dern, actriz principal de su más reciente aventura cinematográfica: Inland Empire.
Lynch estaba acompañado de esta banderola con la frase "For Your Consideration" y una vaca. ¿Qué tiene que ver la vaca con todo esto? Ni idea. Quizás tenga alguna relación con el ¿argumento? de Inland Empire o sea parte del espíritu surreal de uno de los grandes directores del cine americano actual.
Un par de slackers que pasaba por ahí decidió grabarlo y preguntar por la vaca...
http://www.youtube.com/watch?v=Ut6zdE8qWj0&eurl=
Tuesday, May 16, 2006
L'Enfant
L'Enfant (el infante), ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes del año pasado, está poblada de niños; hay un bebé recién nacido, un grupo de niños que dividen su tiempo entre sus juegos y el robo, pero sobre todo, está Bruno, quien en la historia debe tener poco más de 20 años, y que es el verdadero niño de la historia.
Los que estamos siguiendo la más que interesante obra de los hermanos Dardenne (Jean Pierre & Luc), conocimos a Jeremie Renier, que ahora interpreta a Bruno, en "La Promesse", una de las experiencias más bellas del cine europeo de los últimos años. En ella, interpretaba a un adolescente, que tras vivir una vida amoral a cargo de un padre corrupto (Olivier Gourmet, actor recurrente en las películas de los hermanos belgas), decide redimirse para hacer valer su promesa a un moribundo.
En L'Enfant, un Renier ya adulto interpreta a este bribón dedicado al hurto menor, que se dedica a aprovecharse tanto de la buena voluntad de las personas como de las ventajas y resquicios que le ofrece la sociedad de la abundancia en la que vive. Al inicio del filme, vemos a Sonia (Deborah Francois), su enamorada que acaba de dar a luz a un pequeño niño, y que luce tan despreocupada como él. Bruno casi ignora al pequeño, pero se lleva a Sonia a dar una vuelta a pasar el día juntos.
Todo parece marchar con cierta tranquilidad hasta que Bruno se entera por una de sus reducidoras que existe la posibilidad de vender al pequeño. Aprovechando un descuido de la madre lo entrega a una mafia con la misma frialdad con la que vende sus artículos robados. Sonia al preguntarle por el niño recibe de respuesta: "Lo vendí, pero podemos hacer otro". La chica casi no puede creerlo y se desmaya. Algunos minutos después la encontramos en un hospital del Estado, donde acusa a Bruno de vender a su hijo.
Como puede verse, esta serie de actos irreflexivos de Bruno, lo llevan a una suerte de espiral de problemas, a los que se suman su trato con la mafia y con un pequeño compañero de andanzas llamado Steve.
Aunque el argumento pareciera sugerir una cinta cargada de exabruptos y de momentos de tensión, la película nunca hace uso de recursos genéricos (música incidental, fotografía abundante en sombras, etc.), sino que se mantiene en el registro naturalista que caracteriza el cine de ficción de los Dardenne. Precisamente, esta suerte de rigor estilístico lo que convierte a esta película en una obra excepcional.
Los Dardenne se dedican mediante planos secuencias y primeros planos a seguir a sus personajes, observar sus reacciones (o la ausencia de ellas), en un proceso que parece auscultar el alma de las personas que aparecen en la cinta.
Al final de la cinta, como en toda la obra de ficción de los Dardenne, hay una suerte de redención. En este caso, hay un cierto parecido con el final del "Strómboli" de Rossellini, donde el personaje principal finalmente es capaz de tener un sentimiento legítimo en su corazón. Pero a diferencia del filme del maestro italiano, es un final terrenalmente más optimista, con un Bruno que tiene la esperanza que sólo la compañía humana puede ofrecer.
Monday, April 17, 2006
Match Point: el ocaso del juego
Match Point es el último trabajo realizado por el director norteamericano Woody Allen, otrora prominente figura de lo más logrado del cine de su país, y ahora algo venido a menos a la luz de sus más recientes trabajos. Y es que, como lo comentara en un post anterior, el director de filiación judía parece haber perdido el rumbo intelectual que animaba lo mejor de su obra realizada durante las décadas de los ochentas y los noventas.
Alejado de su idealizada Manhattan, plagada de nerviosos intelectuales de clase media, el director parece haber sido alcanzado por la vorágine artificial de la torpeza etnocéntrica de Hollywood. Si en cintas como "Anything Else" o "Melinda & Melinda" encontrábamos a un Allen incapaz de entender las nuevas relaciones sociales de su país, en su incursión al mundo de la alta burguesía inglesa nos topamos con un Allen superficial, portador de una reflexión simplista sobre la vida, que no duda en apelar a estereotipos y a la autoindulgencia.
Veamos. La película cuenta la historia de Chris Wilton, un arribista irlandés (Jonathan Rhys Meyers) que por azares del destino se involucra con una floreciente familia británica, entablando una relación sentimental con la tímida hija (Emily Mortimer), recibiendo el apoyo de todo el clan familiar. Todo marcha bien, hasta que se encuentra con Nola (Scarlett Johansson), una fallida actriz norteamericana, prometida del hijo de la familia (Matthew Goode), con la que rápidamente entabla una relación ilícita, al menos para los planes matrimoniales y sociales de ambos. Como cualquier persona que conoce una telenovela puede suponer, este es el centro del conflicto del filme, y el punto del problema moral de Wilton.
Como cualquier obra de Allen, la cinta tiene una serie de referencias culturales: las tragedias operísticas del bel canto del XIX (a las que cita constantemente), el suspenso criminal a lo Hitchcock, Dostoievsky, pero sobre todo, las películas del mismo Allen. La cinta es evidentemente una suerte de revisión moral de "Crimes and Misdemeanors", la bergmaniana visión sobre las acciones y las consecuencias que Allen realizó brillantemente en los años ochenta, aunque también toma elementos de otras cintas (la mujer sin rumbo que interpreta la Johansson podemos hallarla en filmes tan diferentes como "Hannah and her sisters" o "Alice"). En cualquier caso, las referencias lejos de enriquecer el filme, tienden a ser la base sobre la que Allen trata de recrear el significado, sin tratar de ampliar las ideas que cualquier referencia cultural podría apuntar en su calidad de idea a priori. Es más, el director apela a una serie de estereotipos más o menos rudos (como el retrato de la familia británica) que expone con escasa convicción.
La prensa británica, siguiendo esta misma línea, ha criticado duramente el uso del lenguaje de Allen, al que han llamado "una versión turística del habla londinense", pues los diálogos suenan tremendamente artificiales para un británico. A lo que podríamos añadir que -en castellano- algunas frases, como la que le suelta Chris Wilton a Nola cuando se conocen, no podrían ser más artificiales (parafraseo): "¿Qué hace una norteamericana en medio de la alta burguesía inglesa?" . Y ni qué decir de algunas secuencias poco imaginativas, como la de la seducción en el campo durante la lluvia, tras una pelea, que incluso un director de comerciales dudaría en utilizar. A lo que habría que sumarle el uso de las locaciones "turísticas" más comunes de Londres, lo que seguro le ha ahorrado harto dinero a la Johansson, pues ya no va a tener que gastar en postales de Londres.
Pero la cereza del pastel está en lo que podríamos llamar el significado profundo del filme. En "Crimes and Misdemeanors", en todo sentido hermana mayor de esta cinta, veíamos una serie de personajes envueltos en un mundo caótico, donde las respuestas parecían difíciles de encontrar. ¿Qué fuerza movía a que un probo rabino judío quedara ciego, mientras que un asesino llevara una vida próspera? ¿Cómo es posible que el éxito y el talento /trabajo duro no vayan juntos como sucedía con los personajes de Alda y Allen? ¿Qué hace que algunos vivan intentando alcanzar una vida plena (como la hermana del director) mientras que otros que parecen haber resuelto todo su esquema intelectual se suicidan (como el filósofo que era materia del documental)? ¿Dios y la verdad no son lo mismo como discutían el padre del personaje principal y su atea hermana comunista? En fin, estábamos frente a toda una serie de preguntas que parecían morderse la cola a sí mismas, dada la complejidad que presentaban.
En "Match Point", el director ya no se hace problemas, nos da una respuesta metafísica a los misterios de la vida con una soltura de huesos que Paulo Coelho, estoy seguro, dudaría en asumir. "Todo depende de la suerte" es la constante monserga de la película. Ciertamente, es una tesis que bien explicada puede resultar medianamente interesante, pero el director no hace nada para discutirla, al contrario, lo que hace es ilustrarnos esta frase simplista, repetirla por aquí y por allá, mientras la historia nos hace una demostración de la idea. No sé si Allen subestima a su público o nosotros lo hemos estado sobrestimando.
En todo caso, la cinta no es una pérdida total. Como todo Allen, estamos ante una cinta bien narrada, con ciertos puntos de interés, con unos actores más o menos buenos (en especial la Johansson, Rhys-Meyers y Goode), con secuencias interesantes como la del reencuentro con los fantasmas, etc. Allen se ha convertido en un director para pasar el rato, para tomar una taza de café, mientras tenemos la tv prendida.
La caperucita del cuento
A pesar de que este blog no tiene un mínimo interés político, no puedo dejar de estar preocupado por lo que podría pasar en mi país durante los próximos meses...
Afortunadamente, el humor siempre ha sido la mejor respuesta para sobrellevar las grandes crisis. Esto apareció en La República (www.larepublica.com.pe) del jueves 13 de abril.
Afortunadamente, el humor siempre ha sido la mejor respuesta para sobrellevar las grandes crisis. Esto apareció en La República (www.larepublica.com.pe) del jueves 13 de abril.
Tuesday, January 24, 2006
El adiós de Nice Guy Eddie
En plena indecisión de ver una película hoy entré unos minutos a curiosear a metafilter, cuando me encuentro con una de esas tristes noticias que uno no quisiera recibir nunca: el fallecimiento de Chris Penn, más conocido como "Nice Guy Eddie" en la archifamosa "Reservoir Dogs", y quizás la mejor,película de QT.
Penn, hermano de Sean fue encontrado muerto en su departamento de L.A., los detalles no los tiene nadie aún. Lo que sí se sabe es que Chris fue uno de los mejores actores que florecieron en la década de los 90 y que avivaron la industria con su look poco convencional, cuando no la representación casi patológica de la neurosis del mundo moderno. Al igual que Steve Buscemi, Tim Roth, Vincent Gallo, Samuel L. Jackson, William H. Macy, etc., fue pieza fundamental en las mejores cintas de los últimos años.
Sus créditos incluyen además una fabulosa actuación en la mejor cinta de Abel Ferrara (cuando no, la única película que le soporto a ese director): "The Funeral", en una de las aventuras cosméticas de Tony Scott llamada "True Romance", así como parte del elenco coral de una de las mejores cintas de Robert Altman, Short Cuts.
So long, Nice Guy Eddie...
La dama de Musashino (Kenji Mizoguchi)
Musashino, en la actualidad, es una de las zonas más densamente pobladas de Tokyo (más de 10,000 personas por kilómetro cuadrado), pero en la película de Kenji Mizoguchi es una zona cuasi rural, que se convierte en el escenario para una de las transformaciones más profundas de la sociedad japonesa.
El film comienza poco antes del fin de la Segunda Guerra Mundial (dos años de fundarse Musashino como ciudad). En el centro de la historia está una mujer, como sucede casi siempre en el cine de Mizoguchi, considerado uno de los más grandes directores de mujeres (junto a George Cuckor, Ingmar Bergman y Pedro Almodóvar). Se trata de Akiyama Michiko (Tanaka Kinuyo), descendiente de un antiguo samurai y, por lo tanto , perteneciente a los vestigios de lo que fue una sociedad basada en el honor, en la posesión de la tierra y en el respeto a la tradición de los antepasados. Ella está casada infelizmente con un profesor, un intelectual algo frívolo, oportunista y extremadamente egoísta.
Sus únicos parientes son sus padres (que mueren al final de la guerra, como mueren algunas instituciones tradicionales japonesas directamente implicadas en la aventura bélica), un primo casado con Tomiko (Todoroki Yukiko) una casquivana mujer que recibe abiertamente los valores occidentales y otro primo, Tsutomu (Katayama Akihiko), mucho más joven, que ha ido a servir a la guerra.
Lo que sigue es el terreno en el que se mueve Mizoguchi: el más puro melodrama. Tsutomu se enamora perdidamente de Michiko, mientras que el esposo corretea a cuanta mujer se le cruza incluída Tomiko, quien a su vez se siente atrapada en un infeliz matrimonio y aplacada por la soledad. Un buen día Tomiko y el esposo de Michiko (ambos ajenos al grupo familiar) deciden escapar y robarle la casa y las propiedades a la abnegada Michiko, quitándole todo aquello que ella respeta en la vida y por lo que se ha negado a ceder ante el amor de su primo y permitir las sinvergüenzadas del esposo: el honor.
Para evitar esta perdida, no solo para ella sino para los vestigios del clan familiar, Michiko toma una medida radical: decide suicidarse y ceder las tierras a sus primos. Así, las tierras se quedarán dentro del clan y ella no se verá envuelta en un escándalo de divorcio que podría manchar su honor familiar.
"La dama de Musashino" es entonces la historia, en tono de melodrama, de esta recomposición a la que se somete la sociedad japonesa luego de la guerra, aquella que tuvo que soportar la invasión occidental, pero que nunca perdió del todo sus valores tradicionales, sino que los transformaron y adaptaron a las nuevas necesidades, a una visión del mundo menos etnocentrista, sino que mira al futuro con cierta esperanza. Tal como lo hace Tsutomu (en una secuencia muy parecida a la que Truffaut realizaría años después en los 400 golpes) al caminar por los parajes de Musashino y llegar a una pequeña colina en la que puede contemplar la nueva Tokyo, aquella ciudad embestida por la guerra y la cultura occidental, pero que se resiste a morir.
Pero la cinta es también una historia de sacrificio femenino, que por cierto parecían fascinarle al director. La entrega de Michiko hacia unos valores superiores a ella se suman a la lista de heroínas en desgracia que forman parte esencial del mejor melodrama (como sucede en filmes tan diferentes como Stella Dallas, Europa 451, Breaking the Waves o Vera Drake) y que Mizoguchi manejará de manera magistral en otros filmes tan espléndidos como este, tales como"La vida de Oharu" y "Ugetsu Monogatari."
El estilo de Mizoguchi (uno de los directores más importantes de Japón, comparable solamente a Ozu y Kurosawa) es como siempre notable en la composición de encuadres expresivos, que tratan de condensar los sentimientos de los personajes y seguir efectivamente la trama (recordemos que KM es probablemente el más clásico de los tres directores).
"La dama de Musashino" no está entre los filmes más populares y celebrados del director, en parte porque Mizoguchi no recibe la atención que tiene un Kurosawa (merecidamente claro) y que hace que pocas personas puedan ver la obra del director en profundidad. Sin embargo, creo que se trata de una película por encima de lo notable, digno producto de una de las mentes más brillantes del cine mundial, una experiencia excepcional, cargada de aquella intensidad emocional que solo las grandes obras pueden ofrecer.
Saturday, January 14, 2006
Adiós Shelley...
Shelley Winters, una de las más notables actrices del Hollywood clásico falleció ayer a los 83 años.
La Winters fue una de las primeras y más notables actrices del "método", aquella generación de actores que siguiendo la escuela de Lee Strasberg (inspirado a su vez por el ruso Konstantin Stasnilavsky) tratan de replicar su existencia diaria en los personajes que componen. Frases como "memoria emocional" comienzan a hacerse conocidas en actores que parecen "vivir" los personajes que componen, tal como lo demostraron Montgomery Clift, Marlon Brando, Eva Marie Saint, Karl Malden, James Dean, Kim Hunter, Robert De Niro, Al Pacino, entre otros actores más recientes.
Los mejores personajes de la Winters, la muestran nerviosa, al punto del colapso emocional. En "Lolita" de Kubrick, cuya dicción y ademanes parecen entorpecidos por una suerte de condición existencial, como harta de la vida que le ha tocado vivir.
En "A Place in the Sun" de George Stevens hace uno de los papeles por los que más será recordada, el de una mujer obrera que se "interpone" en las ambiciones de Monty Clift, y es asesinada casi de casualidad.
Con su amigo y profesor de Shakespeare, Charles Laughton hizo "The Night of the Hunter", una expresionista fábula infantil en la que también es asesinada por su esposo.
Shelley siguió trabajando hasta hace poco (incluídas apariciones en televisión), participando en varias películas más o menos conocidas, pero que ya no tenían el gusto que caracterizó al viejo Hollywood.
Hasta pronto Shelley...
Sunday, January 01, 2006
Lo mejor del 2005: 10 - 01
10. Sarabande (Ingmar Bergman)
La aparentemente última obra del director sueco es una encrucijada sobre la naturaleza del amor (el romántico, el filial, etc.). Además es el reencuentro del director con dos de los personajes y de los actores más notables de toda su filmografía: Erland Josephson y Liv Ullman.
09. Dans ma peau (Marina de Van)
La tercera mujer en mi lista (junto a July y Martel) nos trae la historia más revulsiva de todas: el perfil histérico de una mujer que atosigada por las exigencias del mundo moderno (carrera, vida personal, etc.) comienza a comer pedazos de su propia carne. Pese a lo revulsivo del story line, la película es excepcional en su retrato humano, punzante en el retrato de una sociedad capaz de producir un ser como ella.
08. 3 Iron (Kim Ki-duk)
Uno de los más famosos directores del cine coreano actual, Kim es capaz de hacer una película maravillosa como esta y un mamotreto como Primavera... 3 Iron casi no tiene diálogo, pero dice muchas cosas. Notable la escena del control del espíritu sobre el cuerpo en la que el personaje literalmente se hace humo...
07. OLDBOY/Sympathy for Mr. Vengeance (Park Chan-wook)
Las dos primeras partes de una trilogía sobre el tema de la venganza. OLDBOY está más cercana a una visión religiosa de la venganza, mientras que Mr. Vengeance es una alegoría política donde dos personajes, un mudo pobre y un padre de familia rico, hacen lo posible para recuperar la esperanza robada.
06. Um filme falado (Manoel de Oliveira)
Uno de los directores más mayores de la actualidad, Oliveira es un maestro de la forma y de la sutileza. Una madre y su hija recorren, en un viaje turístico realizado antes del 11/9, lo más representativo de la cultura occidental. En una segunda parte vemos a un capitán de barco y tres mujeres que representan diferentes valores del occidente actual en una amena conversación cada uno en un idioma diferente. Un final sorpresivo que nos hace ver el filme como el testimonio del final de una época irrecuperable.
05. 2046 (Wong Kar-wai)
Notable Wong trae lo que el Village ha llamado el más grande material extra de un DVD (en alusión a su relación con "In the Mood for Love"). En 2046, Wong reflexiona, entre otras cosas, sobre las relaciones entre la memoria y la creación artística de un modo nada didáctico que supera esa visión romantizada de la creación como el lugar donde se subliman los demonios personales.
04. Goodbye Dragon Inn/Wayward Cloud (Tsai Ming Liang)
Ambas películas tienen en común que se tratan de obras que se encuentran en el límite del cine. Goodbye... es una pequeña elegía a la experiencia social del cine, la de la gran sala en la que se proyectan filmes épicos de aventuras (como las de Hu). Wayward es una excentricidad a tono de musical sobre la soledad de la experiencia sexual. Goodbye... es un film notable, milimétricamente manejado en gestos y atmósferas. Wayward... es irregular, y algo polémico en su tratamiento femenino y en el "buen gusto" de algunas secuencias...
03. Ten (Abbas Kiarostami)
Grabada con pequeñas cámaras digitales, esta es una de las grandes obras del mejor representante del minimalismo fílmico, ese que realmente trata con las estructuras, con lo más básico de la forma y el registro fílmico.
02. Le Temps du loup (Michael Haneke)
Una familia atrapada en una gran crisis de tintes apocalípticos. ¿Cómo nos comportamos los integrantes de una sociedad civilizada y moderna ante una gran crisis? ¿Son suficientes los pactos sociales e institucionales lo suficientemente sólidos para vencer nuestros instintos básicos? ¿Es la regla del más fuerte una cosa del pasado? ¿Hay acaso algún lugar para la esperanza?
01. Three Times / Café Lumièré (Hou Hsiao Hsien)
Dos filmes notables que examinan cómo las personas encajamos en eso que llaman historia y cambios sociales. En el centro de ambos filmes encontramos a mujeres en constante evolución, pero cuyas sociedades las enfrentan. Hay algo de Edith Warthon en las heroínas de Hou, en sus deseos de romper con los afixiantes patrones sociales.
La aparentemente última obra del director sueco es una encrucijada sobre la naturaleza del amor (el romántico, el filial, etc.). Además es el reencuentro del director con dos de los personajes y de los actores más notables de toda su filmografía: Erland Josephson y Liv Ullman.
09. Dans ma peau (Marina de Van)
La tercera mujer en mi lista (junto a July y Martel) nos trae la historia más revulsiva de todas: el perfil histérico de una mujer que atosigada por las exigencias del mundo moderno (carrera, vida personal, etc.) comienza a comer pedazos de su propia carne. Pese a lo revulsivo del story line, la película es excepcional en su retrato humano, punzante en el retrato de una sociedad capaz de producir un ser como ella.
08. 3 Iron (Kim Ki-duk)
Uno de los más famosos directores del cine coreano actual, Kim es capaz de hacer una película maravillosa como esta y un mamotreto como Primavera... 3 Iron casi no tiene diálogo, pero dice muchas cosas. Notable la escena del control del espíritu sobre el cuerpo en la que el personaje literalmente se hace humo...
07. OLDBOY/Sympathy for Mr. Vengeance (Park Chan-wook)
Las dos primeras partes de una trilogía sobre el tema de la venganza. OLDBOY está más cercana a una visión religiosa de la venganza, mientras que Mr. Vengeance es una alegoría política donde dos personajes, un mudo pobre y un padre de familia rico, hacen lo posible para recuperar la esperanza robada.
06. Um filme falado (Manoel de Oliveira)
Uno de los directores más mayores de la actualidad, Oliveira es un maestro de la forma y de la sutileza. Una madre y su hija recorren, en un viaje turístico realizado antes del 11/9, lo más representativo de la cultura occidental. En una segunda parte vemos a un capitán de barco y tres mujeres que representan diferentes valores del occidente actual en una amena conversación cada uno en un idioma diferente. Un final sorpresivo que nos hace ver el filme como el testimonio del final de una época irrecuperable.
05. 2046 (Wong Kar-wai)
Notable Wong trae lo que el Village ha llamado el más grande material extra de un DVD (en alusión a su relación con "In the Mood for Love"). En 2046, Wong reflexiona, entre otras cosas, sobre las relaciones entre la memoria y la creación artística de un modo nada didáctico que supera esa visión romantizada de la creación como el lugar donde se subliman los demonios personales.
04. Goodbye Dragon Inn/Wayward Cloud (Tsai Ming Liang)
Ambas películas tienen en común que se tratan de obras que se encuentran en el límite del cine. Goodbye... es una pequeña elegía a la experiencia social del cine, la de la gran sala en la que se proyectan filmes épicos de aventuras (como las de Hu). Wayward es una excentricidad a tono de musical sobre la soledad de la experiencia sexual. Goodbye... es un film notable, milimétricamente manejado en gestos y atmósferas. Wayward... es irregular, y algo polémico en su tratamiento femenino y en el "buen gusto" de algunas secuencias...
03. Ten (Abbas Kiarostami)
Grabada con pequeñas cámaras digitales, esta es una de las grandes obras del mejor representante del minimalismo fílmico, ese que realmente trata con las estructuras, con lo más básico de la forma y el registro fílmico.
02. Le Temps du loup (Michael Haneke)
Una familia atrapada en una gran crisis de tintes apocalípticos. ¿Cómo nos comportamos los integrantes de una sociedad civilizada y moderna ante una gran crisis? ¿Son suficientes los pactos sociales e institucionales lo suficientemente sólidos para vencer nuestros instintos básicos? ¿Es la regla del más fuerte una cosa del pasado? ¿Hay acaso algún lugar para la esperanza?
01. Three Times / Café Lumièré (Hou Hsiao Hsien)
Dos filmes notables que examinan cómo las personas encajamos en eso que llaman historia y cambios sociales. En el centro de ambos filmes encontramos a mujeres en constante evolución, pero cuyas sociedades las enfrentan. Hay algo de Edith Warthon en las heroínas de Hou, en sus deseos de romper con los afixiantes patrones sociales.
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